Rinconada es una ciudad minera habitada por miles de personas que en sus inicios llegaron con la ilusión de enriquecerse buscando oro bajo un glaciar en los Andes Peruanos.
La ciudad se encuentra a 5,400 msnm. Vivir y trabajar ahí es realmente peligroso, con condiciones de vida deplorables. Respirar es difícil debido a la altura. El frío es intenso, desciende a -23ºC en la noche y en el día no supera los 10ºC.
La minería en Rinconada es informal; los mineros no reciben pago fijo por su trabajo, sino que, a cambio tienen un día completo al mes para buscar oro y quedarse con el mineral para después procesarlo y venderlo. En los peligrosos socavones de la mina existe el riesgo de derrumbes y la intoxicación por gases venenosos, un alto precio por tener mejores condiciones de vida. Además, utilizan mercurio para separar el oro de la roca, el cual al final del proceso se deposita en la tierra y se filtra hasta llegar a los ríos. En un medio ambiente sumamente contaminado, muchos mineros y sus familias sufren de cólicos, fuertes dolores de cabeza y náuseas a causa del envenenamiento por mercurio.
Todas las noches en un pequeño centro médico se atienden a personas con heridas graves por cuchilladas. La situación sanitaria es precaria, hay baños públicos, que en realidad son pozos; el hedor de las calles es una mezcla de aguas negras y basura que hacen aún más difícil el vivir ahí. Muchos niños tienen diarrea crónica por falta de agua potable y servicios sanitarios básicos.
Para los mineros, la esperanza de encontrar oro y así ganar dinero, hace que soporten condiciones de pobreza, y carencia de seguridad laboral, económica, social y sanitaria en la Ciudad de Oro.